Guía mantenimiento para tener una piscina impecable

Si deseas disponer de una guía para tener las piscinas impecables en 2019, no dejes escapar esta publicación. En este entrada te informamos de todos los aspectos a tener en cuenta para disfrutar de una piscina envidiable.

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Mantenimiento del agua

Sin duda, en el mantenimiento de las piscinas el estado del agua ocupa uno de los lugares más destacados. Para que el agua de tu piscina luzca en las mejores condiciones debes fijarte en 4 factores que abordamos a continuación.

PH

El pH nos muestra si una sustancia es de tipo básico o ácido. El ph del agua debe estar entre los valores 7,2 y 7,6, ya que de lo contrario podría producir una irrritación en ojos y en la piel, además del deterioro de los materiales,…Incluso, perjudicaría al sistema de desinfección de la piscina.

Para mantener controlado el pH se emplean diversos accesorios como un kit para la medición. Si el pH presenta valores muy altos puedes reducirlo empleando un minorador líquido o granulado. Por el contrario, si el pH está bajo deberás usar un incrementador granulado de pH, o líquido.

Recuerda que cuidar el nivel de pH supone prevenir un desequilibrio de otros parámetros que intervienen en el agua.

Desinfección del agua

Como supondrás, desinfectar el agua es primordial para lucir una piscina de aspecto excelente, aunque este aspecto no sea visible en ocasiones. Y es que puedes ver el agua aparentemente limpia y, sin embargo, puede no estar en condiciones sanitarias para el baño. Es por ello que debemos prestar una gran atención a este aspecto, dado que la suciedad no tiene por qué ser sinónimo de infección. En otras palabras, el agua podría no estar desinfectada correctamente mostrarse con un aspecto claro y transparente.

Lo cierto es que las piscinas son un lugar idóneo para que alberguen todo tpo de microorganismos, debido a que al bañarnos desprendemos sudor, otros patógenos y bacterias, y al incidir el calor en ellos se acelera su proliferación.

Por todo ello, la desinfección del agua es una tarea muy necesaria que debe ser llevada a cabo semanalmente con el propósito de mantener la óptima salubridad de la misma. Para ello dispones de tres sistemas:

1. Cloro/Bromo.

En este caso, a su vez, tienes hasta 3 tipos de cloro distintos entre los que elegir.

Dicloro. Conocido como cloro rápido, debes usarlo si tu piscina precisa una desinfección intensa en poco tiempo. Por ejemplo, lleva mucho tiempo sin tratar, has tenido una celebración intensa o ha caído una tormenta bastante fuerte. Se disuelve y actúa rápidamente.

Tricloro. En esta ocasión, a esta variedad se la conoce como el cloro lento. Se aplica para tener el agua en buen estado. Su principio activo se libera y disuelve más lentamente. Resulta efectivo para suprimir cualquier microorganismo tóxico que pueda estar en el agua una vez desinfectada. Debes aplicar una cantidad en función de varios parámetros: número de bañistas, temperatura del agua o la exposición al sol.

Hipoclorito cálcico y sódico. Estos hipocloritos son los desinfectantes más económicos del mercado y siguen teniendo el mismo éxito que hace años. Dos compuestos muy parecidos en cuanto a su eficacia pero algo diferentes en su aspecto, ya que el hipoclorito cálcico es blanco, sólido y se puede conseguir en tabletas, en pastillas o granulado. Se almacena y se aplica de una forma muy fácil. Es capaz de erradicar una gran cantidad de bacterias, por lo que hay que tener precaución en su uso. Al ser de disolución lenta puede atascar los componentes de la piscinas. Reducir el pH del agua aumentará su alcalinidad o la enturbiará.

Por otro lado, el hipoclorito sódico es de color amarillento y se disuelve inmediatamente. Es muy eficaz, pero es muy corrosivo, más que el hipoclorito cálcico, por tanto has de tener mucha precaución al manipularlo.

En el caso del bromo, aunque no está muy extendido su uso, o al menos es menos conocido que el cloro, en lo que a desinfección de piscinas se refiere, presenta una serie de ventajas sobre su competidor más conocido que se resumen como sigue:

– Su seguridad. No daña la piel, los ojos o cabellos, siendo capaz de mantener una alta eficacia con altos niveles de pH.

– No huele, frente al fuerte olor que sí presenta el cloro.

– No destiñe, por lo que podrás permanecer en el agua sin preocupaciones.

– Su eficacia contra la proliferación de microorganismos es la misma que puede ofrecerte el cloro.

2. Sin cloro (oxígeno).

Existe la posibilidad de poder desinfectar tu piscina sin necesidad de ninguno de los tres tipos de cloro que acabamos de mostrarte. Para ello, se emplea el oxígeno, también llamado oxígeno activo. Un desinfectante sustitutivo del cloro, cuya principal característica es la suavidad y calidad que confiere al agua que trata. A su vez, es inodoro, incoloro, y no irrita la piel ni los ojos. Beneficia tanto a las personas como al medio ambiente.

El oxígeno activo es un oxidante que, cuando entra en contacto con el agua, libera oxígeno que al combinarse con la materia orgánica detiene su actividad de descomposición y la elimina sin generar residuos adicionales. La mejor forma de emplearlo en la desinfección del agua de piscinas es al final del día, cuando la temperatura ambiente es menor. De este modo, a mayor calor en el ambiente, mayor evaporación del producto y, en consecuencia, menos efectividad por dosis, la cual habría de aumentarse en el caso de que se dispusiera de día.

Como con cualquier otro desinfectante de agua de piscinas, para que haga un pleno efecto es imprescindible mantener los valores de pH del agua entre 7,2 y 7,6.

3. Con sal o magnesio (electrólisis).

La desinfección de piscinas basada en electrólisis va ganando terreno a otros tipos de desinfectantes. Esta se consigue añadiendo al agua sal para piscinas. Los sistemas de electrólisis generan cloro cuando la sal se disuelve en el agua. En este caso, la sal precisa para el funcionamiento correcto debe ser en una concentración de 4-6 g/L, unas seis veces inferior a la concentración del agua del mar.

Para su uso eficiente se debe añadir una sola vez, en el llenado de la piscina. También se deben hacer reposiciones de sal, en pequeñas proporciones de forma periódica, debido a la pérdida de agua. En este caso, el mantenimiento del agua se realiza de forma automática, con lo que se ahorra un tiempo, y dinero, dado que no es necesario comprar productos químicos con frecuencia.

En resumen, la cloración salina es un procedimiento capaz de convertir tu piscina en un circuito cerrado, en el que los elementos que la componen, de manera natural, logran desinfectar el agua controladamente.

Crecimiento de algas

Sin duda, el crecimiento de algas es una de las circunstancias que más problemas suele dar en el mantenimiento de piscinas. Al menos, sabemos que las algas son muy visibles, lo que hace que no puedan pasar desapercibidas y se les puede aplicar algún tratamiento para eliminarlas en una fase temprana, puesto que rápidamente vas a apreciar que el agua se va tornando a verdosa.

Evitar que las algas crezcan en las piscinas no debe ser traumático, estresante ni frustrante. El secreto radica en acometer un pequeño y constante mantenimiento del agua, de forma que se impida en todo momento la aparición de las algas. Debes tener en cuenta tres aspectos fundamentales para evitar que las algas crezcan en el agua de tu piscina:

– El cepillado de las paredes de la piscina de forma constante resulta imprescindible, tanto al inicio de la temporada como durante el resto del año.

– Mantener un nivel de cloro (o de cualquier otro desinfectante) óptimo en el agua.

– Mantener el ph en unos niveles adecuados.

– La administración con frecuencia de algún antialgas.

¿Cuánto dura el agua de una piscina?

Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta, y lo cierto es que se trata de un aspecto importante que debes conocer. Los químicos que empleas en el tratamiento del agua van dejando restos que, al final, derivan en la acumulación de lo que se conoce como “sólidos disueltos totales”. Esta circunstancia obliga al cambio del agua cada cierto tiempo.

Es necesario medir el nivel de TDS, de modo que si este supera los 2 000-3 000 gr/m3 lo recomendable es proceder a un cambio total del agua de tu piscina. Si prefieres tener un cambio algo más estacional, se recomienda un cambio total del agua cada cinco años. Sin embargo, debes saber que por encima de todo está tu sentido común, y si compruebas que te cuesta controlar los niveles de pH, o tiende a convertirse en una tarea muy complicada, lo preferible es que cambies el agua de forma total.

Mantenimiento del filtro

Aparte de los productos empleados para desinfectar el agua, es muy importante tener los filtros de la piscina en condiciones óptimas, ya que en ellos se va quedando inmovilizada la suciedad de la piscina. Debido a esta concentración que se produce en el filtro, este se convierte en una potente fuente de microorganismos. Por ello, es conveniente hacer un correcto mantenimiento del filtro, puesto que de lo contrario se convertirá en un lugar donde se concentrará una alta infección al tratar de filtrar el agua.

Para hacer este trabajo de limpieza correctamente es necesario implementar una limpieza semanal, una tarea sencilla y rápida que a su vez preservará la limpieza del agua de la piscina. Esta es una de las técnicas de prevención de infecciones más sencillas de controlar y de aplicar, previniendo así tener que tratar un agua de gran contaminación proveniente de un defecto de limpieza del filtro. Ahorrarás tiempo y dinero.

Depuradora

La depuradora de arena es la encargada de filtrar la suciedad del agua, por lo que constituye una valiosa aliada para el mantenimiento general de tu piscina. Tener una depuradora de estas características, de arena, es una gran opción, porque es capaz de filtrar a un nivel más bajo.

Ubicación

Lo primero que debes escoger es un buen lugar en el que albergar esta depuradora, para después acometer un mantenimiento seguro. Toma nota:

– La instalación de la depuradora de arena debe producirse sobre una base plana y firme.

– Su entorno debe estar protegido y aislado de ciertos aspectos como la humedad, las lluvias o las bajas temperaturas.

– Debe ubicarse en un lugar al que se pueda acceder con facilidad para poder ejecutar el mantenimiento cotidiano sin esfuerzos.

– La depuradora de arena precisa tener una buena ventilación para evitar que se recaliente. Por tanto, está prohibida toda ubicación carente de ventilación.

Dentro del tanque de la depuradora se pueden emplear dos tipos de materiales: arena o vidrio. Ambos presentan un rendimiento excelente:

Arena.

Sus características principales son:

– Una filtración de impurezas alta.
– Requiere un mantenimiento fácil.
– Posee una mayor capacidad de arena que el vidrio.
– Se debe cambiar la arena cada 4 o 5 años.

Cristal.

– Su filtración de impurezas es excelente.
– Necesita menos producto que otras.
– Ahorra energía y agua.

Con independencia de estas consideraciones generales, debes seguir las instrucciones recomendadas por el fabricante.

Funciones

En general, mantener estas depuradoras de arena compactas es muy fácil. Antes de activar la bomba has de asegurarte de que todas las mangueras están correctamente conectadas y ajustadas, así como de que el tanque cuenta con una cantidad suficiente de arena para el filtrado. El equipo debe estar conectado a un enchufe con conexión a toma de tierra o interruptor diferencial.

El sistema de filtración de la piscina se suele realizar en 6 pasos que son activados por la posición de la válvula. Son estos:

1. Filtrado: funcionamiento y aspirado normal.
2. Lavado: se invierte el caudal del agua para utilizarlo en la limpieza del filtro de arena. Debemos lavar el filtro al inicio, para que las impurezas se eliminen y siempre que el manómetro te indique que el tanque de la depuradora de arena está tomando un valor de presión alto.
3. Enjuague: en este paso se limpia la arena en la puesta en marcha.
4. Residuo: se encarga de aspirar los residuos haciendo descender el nivel de agua. También sirve para desaguar la piscina.
5. Recirculación: es capaz de hacer circular el agua de nuevo hacia la piscina, en lugar de por el filtro.
6. Cerrado: corta el caudal hacia el filtro y la piscina. No debes encender la bomba mientras esté en esta posición para prevenir posibles averías.

En definitiva, esperamos que esta guía haya resultado de tu interés y que a partir de ahora dejar las piscinas impecables no sea un reto para ti, sino una opción interesante y a tu alcance.