Las piscinas, además de ser los espacios de ocio por excelencia del verano, pueden ser también un foco de problemas si no se tienen las medidas de seguridad adecuadas. Contar con un sistema de alarma para piscina puede prevenir accidentes y sustos, especialmente si tienen acceso a ella niños o personas de movilidad reducida.
Tipos de alarma para piscinas
La mayoría de situaciones conflictivas ocurren de manera casi instantánea. Una distracción inoportuna puede dar lugar a accidentes cuya gravedad depende en gran medida de la velocidad de actuación. Por ello, contar con una alarma en la piscina puede ayudar a prevenirlos, ya que avisa de comportamientos no habituales en el recinto.
Existen distintos tipos de alarmas para piscinas, cada una con un grado de seguridad concreto en función de su nivel de sensibilidad y área de protección.
1. Alarma en el acceso
Se puede colocar en la puerta de entrada un sensor magnético que alerta de la apertura de la misma. PoolGuard es una de las marcas punteras, puesto que sus modelos incluyen un botón para que los adultos puedan acceder y solo se alerte de los intentos de los más pequeños.
2. En el perímetro
Más exhaustiva es la alarma perimetral. Consiste en la disposición de sensores en torno al cerco de la piscina, los cuales avisan si cualquiera atraviesa el perímetro.
Pese a su efectividad, tienen una carencia: el nivel de los sensores responde a la altura estándar de un niño, pero no identifica medidas más bajas, pudiendo resultar un inconveniente si en la propiedad hay niños más pequeños o animales. Asimismo, son tan sensibles que pueden saltar con la lluvia y el propio viento.
3. Sensores flotantes
Se trata de dispositivos que se sitúan en el agua para controlar el movimiento del interior de la piscina, una solución práctica pero que puede resultar algo cara.
4. Alarma de inmersión
Se activa cuando alguien cae al agua. Aunque puede dar falsa alarma si cae un juguete u otro tipo de objeto, merece la pena disponer de este sistema ya que es rápido y efectivo.
Cualquiera de estas alarmas puede alimentarse de la corriente eléctrica, pilas o energía solar. En cuanto al nivel de alerta, lo habitual es que se emita una señal acústica regulable de un mínimo de 100 decibelios.
En última instancia, puede optarse también por el uso de pulseras de seguridad, como la Safety Turtle de Inconnu. Lo más recomendable es usar al menos dos de los sistemas propuestos para una seguridad más efectiva, ya que no son excluyentes y otorgan una protección completa.
Es indiscutible que una alarma para piscina puede salvar de una tragedia desarrollada en segundos. La prevención es la mayor aliada en estos espacios, quedando la protección de la piscina al descubierto si no se dispone de la alarma pertinente.