¿Qué se necesita saber para comprar camas elásticas?

La cama elástica es un medio de entretenimiento, diversión, ejercicio e, incluso, de entrenamiento. Sus ventajas son numerosas aunque también posee ciertas desventajas. No obstante, si se siguen las medidas de seguridad recomendadas y se dispone de suficiente espacio representa una saludable manera de disfrutar del tiempo en familia o con amigos dejando atrás la vida sedentaria. Para comprar camas elásticas se deben tener en cuenta varios aspectos, desde las características hasta los pros y contras pasando por sus precios y establecimientos de venta.

Además, habrá que atender al cuidado que estos objetos reclaman, ya que el deterioro puede repercutir en la seguridad de los saltadores. En definitiva, quien se plantee comprar una cama elástica debe considerar todos estos elementos en los que ahondamos en esta entrada.

Características de las camas elásticas

A la hora de adquirir una cama elástica es necesario que se conozcan ciertas características de estos objetos para poder realizar una compra óptima, que se adapte perfectamente a lo que se quiere. Para ello, hay varios puntos que es recomendable conocer antes de realizar la compra, aunque también es conveniente consultar con un experto si se acude a la tienda física.

Las medidas

En primer lugar, resulta crucial saber de qué medidas se quiere comprar la cama elástica. Estas dependerán del uso que se le vaya a dar, es decir, de quién vaya a saltar en ella. Las camas elásticas infantiles serán más pequeñas y las destinadas a los adultos más grandes. Como regla general, varían entre los 80 y los 400 centímetros de diámetro. Obviamente, si se busca una cama para toda la familia lo aconsejable es optar por una más grande porque la podrán utilizar todos, niños y adultos.

Las camas elásticas se suelen clasificar en función de la edad de los niños: de 1 a 2 años; de 3 a 4; de 5 a 7; de 8 a 11 y de 12 a 15. A partir de los 16 años ya pasamos a las camas elásticas para adultos.

No solo dentro de las medidas entra en juego el tamaño de las camas, también lo hace el peso que estas aguantan. En este sentido, existen algunas que pese a ser más pequeñas pueden soportar mayor peso. Por lo general, rondan entre los 90 y los 180 kilos de capacidad.

Además de comprobar las medidas de la cama, también hay que considerar el espacio que existe para ella. Lo más adecuado es situar el trampolín en el jardín para que haya suficiente espacio, no solo para la propia cama, sino también para poder permanecer alrededor sin peligro. De este modo, se evitarán riesgos como las caídas sobre otras personas o, que en caso de que la cama vuelque se lesione a alguien.

Materiales

Los trampolines o camas elásticas se componen de ciertos materiales que les aportan elasticidad y, sobre todo, resistencia. Este será el elemento fundamental que se busca cuando se elige un trampolín. La resistencia dependerá de varios factores, uno de ellos es el material de la lona, pero también la sujeción de esta, es decir, la costura que presenta. Cuantas más vueltas tenga la costura más firme será y, en consecuencia, aumentará su resistencia y no se deteriorará con los saltos.

Como decimos, no solo importa el material de la lona, también hay que prestar atención al material de la red de seguridad. Esta ha de ser flexible, firme y resistente. La flexibilidad y la firmeza deben estar perfectamente equilibradas para que la red sujete a los saltadores, pero sin llegar a provocarles daños cuando se golpeen contra ella.

El polietileno es uno de los materiales más empleados para las camas elásticas al que si se le añade la galvanización constituirá un trampolín mucho más duradero. Si está galvanizada querrá decir que se le ha añadido una capa de anticorrosivo para que los rayos UV no la dañen.

Seguridad y riesgos

Un punto importante a la hora de elegir y comprar camas elásticas es la seguridad. Algunas camas vienen con una red de seguridad incorporada. Este elemento servirá para que los saltadores no se caigan de ella y resulta de especial interés colocarla cuando hay niños saltando.

Como ya se ha comentado, la red debe ser flexible y firme, pero también ha de tener una cremallera para poder entrar y salir del espacio del trampolín. Muchos fabricantes deciden aplicarle a la cremallera de salida y entrada un color llamativo y diferente al del resto de la red. De esta manera, es posible localizarla rápidamente y salir de la zona sin dificultad.

Para poder acceder con seguridad a la cama existe la posibilidad de incluir una escalera. Así, se evitarán quemaduras al subir a la cama, especialmente en los más pequeños, y posibilitará bajar y subir de forma cómoda y segura.

Los anclajes y muelles han de estar siempre en el mejor estado posible, puesto que son parte esencial de la seguridad en la cama elástica. La sujeción al suelo es decisiva para garantizar la seguridad y estabilidad de la cama. Los materiales con los que esté fabricada prevendrán riesgos. Si el material es resistente la cama no volcará.

Cuidado de la cama elástica

Para que la vida útil del trampolín sea lo más larga posible es necesario llevar a cabo una serie de cuidados básicos. Empezando por utilizar una funda protectora para la cama que se empleará cuando esta no se use. Además, si las condiciones climatológicas son adversas es aconsejable guardar la cama elástica.

Para proteger la integridad de la cama elástica, sobre todo, con el fin de que no se rompan los bordes es necesaria una funda protectora. Si se adquiere a posteriori de la cama deberán conocerse las medidas exactas de la cama para comprarla acorde a ellas. De este modo, quedará bien fijada. Algunos fabricantes incluyen la protectora del extremo de la cama.

Para limpiarla no es preciso desmontarla, pero hay que tener cuidado de no emplear productos que puedan ser corrosivos para alguno de los materiales.

Pros de una cama elástica

Plantearse comprar camas elásticas requiere conocer, además de las características, algunas ventajas y desventajas que este entretenimiento puede conllevar. Desde fortalecer el cuerpo hasta las caídas y riesgos que pueden provocar los saltos en estos trampolines. Estos son algunos de los pros y contras de las camas elásticas.

Diversión

El principal motivo por el que se compra un trampolín es el entretenimiento y la diversión que aportan. Los saltos y piruetas que se pueden realizar son un saludable pasatiempo para los niños y los adultos de la casa.

Ejercicio

Las camas elásticas pueden ser más que un juguete, y es que se calcula que en diez minutos de saltos se pueden quemar hasta 1000 calorías. Aunque se trata de un entretenimiento, también se puede emplear para entrenar el cuerpo y ejercitarlo, sobre todo, cuando se busca reducir grasa.

Además, al ser un ejercicio de bajo impacto coadyuva a un entrenamiento cardiovascular y a esquivar lesiones futuras.

Mejora el equilibrio

Sin duda, cuando se salta en las camas elásticas se es muy consciente de dónde se encuentra el centro de gravedad de cada persona. Por eso, con cada salto y aterrizaje se mejora el equilibrio evitando caídas posteriores.

Con los saltos más complejos y piruetas habrá que mantener el equilibrio de forma perfecta y se lograrán mejorar las habilidades de coordinación.

Más salud mental

Aunque este punto esté muy relacionado con la diversión, las camas elásticas mejoran la salud mental de quienes las utilizan por varias razones. Una de ellas es la diversión que genera saltar y poder liberar tensiones. Otra de las razones es que hacer ejercicio estimula el estado de ánimo. En este sentido, si se unen ambas y se realiza un ejercicio que divierte la salud mental se potenciará.

Contras de una cama elástica

Como todo, hay ventajas e inconvenientes en el uso de los trampolines, generalmente relacionados con la seguridad. Estas son algunas de las desventajas que implica el uso de camas elásticas.

Roturas o esguinces

Este punto es el más relevante entre los contras de los trampolines. Tanto pequeños como mayores pueden lesionarse durante los saltos. Desde golpes hasta caídas que pueden generar fracturas o esguinces en diferentes partes del cuerpo.

Resulta necesario que se proteja a los niños, especialmente cuando aún están formándose sus huesos al no estar preparados para recibir un impacto de gran fuerza.

Quemaduras

Las quemaduras con la lona de la cama elástica son una circunstancia recurrente cuando se accede a esta con la piel descubierta, produciendo la lona una rozadura. Por ello, es conveniente el uso de escaleras.

También suele suceder durante los saltos en el trampolín.

Golpes entre saltadores

Si se trata de niños resulta esencial que no salten más de dos a la vez en la misma cama elástica. En el caso de los adultos, si el trampolín es pequeño tampoco es recomendable esta práctica.

Los choques entre los saltadores pueden generar caídas y golpes que puedan ser más graves. Las pisadas también son uno de los riesgos que se derivan de los golpes, ya que uno puede caerse y ser pisado por los demás saltadores.

Precios y venta de trampolines

Una vez que sabemos el tipo de cama elástica que deseamos adquirir es momento de conocer los lugares de venta y los precios en los que se mueven las camas elásticas.

Si nos decantamos por comparar y buscar en Internet es posible hallar una gran variedad de camas elásticas. A su vez, se puede buscar exactamente el modelo que se quiere con las características necesarias.

Los precios de los trampolines varían dependiendo de una serie de características: el tamaño, el peso que soportan y sus materiales.

Generalmente, las más baratas son las más pequeñas, es decir, las destinadas a los niños. Sin embargo, si se quiere aprovechar la cama elástica para toda la familia se deberá seleccionar un modelo más grande, aunque esto aumente su precio.

Cabe recordar que no se debe sacrificar el tamaño por el precio, porque cada trampolín tiene unas medidas para quienes lo usan y si no se emplea de forma correcta puede conllevar riesgos.

Los trampolines para niños oscilan entre los 80 y los 100 euros, aproximadamente.

Cuando pasamos a las categorías de adultos descubrimos que el precio sube hasta los 200-250 euros. Algunos modelos pueden llegar incluso a superar los 300.

El precio varía acorde a los elementos anteriormente mencionados, pero, también ha de tenerse en cuenta si se incluye la red de seguridad, la funda protectora o algún otro accesorio.

Por último, cabe destacar que el precio de la cama elástica puede ser garantía de calidad, pero siempre habrá que comprobar las medidas, el peso que aguanta y los materiales antes de decidir qué cama elástica comprar. Por tanto, es recomendable buscar varios modelos y compararlos. Aunque no sea tarea de un solo día, la mejor decisión también es garantía de mayor seguridad.

Usos alternativos de las camas elásticas

Las camas elásticas son mucho más que entretenimiento y ejercicio. También atesoran otras aplicaciones más allá de los saltos. Por ejemplo, ver una película o tumbarse en el jardín a ver las estrellas.

Constituyen un elemento idóneo para fiestas de cumpleaños, y no solo infantiles, dado que garantizarán diversión a los asistentes y, además, harán ejercicio.

Para los pequeños de la casa es una forma de que estén al aire libre y se muevan más. Así mismo, los niños entrenarán poco a poco hasta conseguir superarse a sí mismo y realizar piruetas y saltos complejos.

Como vemos, las camas elásticas son un excelente recurso de entretenimiento y diversión. No obstante, para que lo sean se deben tener en cuenta las recomendaciones de seguridad expuestas y elegir el trampolín adecuado.

Al comprar camas elásticas nos fijamos en el precio y en el establecimiento de venta, pero, en ocasiones, elegir una más barata puede ser perjudicial porque los materiales no son tan fiables como en otras. Lo recomendable a la hora de escoger un trampolín es adecuar sus medidas a quienes vayan a utilizarlo y asegurarse de que los materiales y los elementos de seguridad son los óptimos. Solo así disfrutarás sin peligros de las camas elásticas saltando en familia.