Las duchas para piscinas son un elemento indispensable en este tipo de recintos. Por cuestiones de higiene, su utilización es obligatoria antes y después de utilizar la piscina, ya sea esta pública, comunitaria o particular. Antes elimina tanto el sudor como la protección solar, y después quita el cloro impidiendo que la piel se reseque. Además, las duchas permiten que el cuerpo se aclimate de forma previa a la zambullida.
Tipos de ducha para piscina
Existen distintas duchas en función de las necesidades concretas de cada piscina. Además de las particularidades señaladas a continuación, lo habitual es que todos estos modelos cuenten con un grifo monomando de apertura de caudal y un rociador antical.
Asimismo, es importante que todas tengan cerca un desagüe para evitar que el agua se estanque y sea foco de insectos e infecciones.
Duchas convencionales
Las más habituales, rondan en torno al 90 % al ser las más económicas. Están conectadas a la toma de agua fría general, aunque en algunas ocasiones pueden regularse a mayor o menor temperatura.
Duchas solares
Su principal característica es que dispensan agua caliente con la energía del sol sin hacer necesario el consumo eléctrico. Son, por tanto, más limpias y sostenibles que el resto. Esto, unido a su capacidad para aportar una temperatura más confortable, las está convirtiendo poco a poco en las más vendidas del mercado.
Están realizadas en materiales resistentes a los rayos solares que además favorecen la conductividad térmica, como el acero, el aluminio o el cobre.
Es importante situarlas en zonas que reciban directamente la luz solar el mayor tiempo posible.
Modelos como los de la marca Dardaruga y Gardiun incluyen además una conexión para el tubo de riego, algo muy útil si la piscina se encuentra rodeada de césped o vegetación.
Duchas con lavapiés
Además de la alcachofa habitual, incluyen en la zona baja un pequeño rociador para los pies. Resultan muy útiles en recintos con césped, pues permiten eliminar las briznas más fácilmente. Se recomiendan también en piscinas frecuentadas por niños o personas de edad avanzada.
Duchas con cabezal pivotante
Modelos como el de Steinbach permiten regular la alcachofa en la dirección más conveniente. Otros como el de la marca Natrain permiten subir y bajar el rociador a la altura idónea.
Duchas “de interior”
Aunque permanecen cerca de la piscina, se colocan en el techo o pared de la propia terraza o porche para crear un entorno de aseo más resguardado.
Con independencia de los tipos de duchas para piscinas disponibles, el factor estético se considera asimismo definitorio en la decisión final. Cuanto menos aparatosas sean y más minimalistas, más útiles resultarán. Lo importante es que el suelo sea antideslizante para prevenir accidentes y que cumpla su función lo mejor posible.