Los sanitarios, al igual que todos los objetos, sufren un deterioro y desgaste con el paso del tiempo. Si estás pensando en sustituir el inodoro, o bien de remodelar el cuarto de baño en su totalidad, una de las opciones que puedes pensar es la de incorporar inodoros suspendidos. Si te decantas finalmente por comprar uno de estos sanitarios, además de dar un toque vanguardista y moderno a tu cuarto de baño, vas a obtener una serie de beneficios respecto a los inodoros tradicionales.
Ventajas de los inodoros sujetos a la pared
El primero de los beneficios que vas a obtener es el de ganar espacio. Al elegir un váter de este tipo se puede ganar aproximadamente 15 centímetros de espacio. Puesto que en gran parte de los hogares, este cuarto de baño suele ser de un tamaño más bien reducido, el ahorro de espacio puede ser de gran utilidad.
Otro de los aspectos que llevan a muchas personas a elegir estos inodoros es el aspecto estético. Un diseño liviano y elegante encaja mejor con los diseños contemporáneos que los modelos de inodoro más tradicionales, que suelen ser más toscos. Además, al necesitar menos espacio contribuyen a dar una mayor sensación de amplitud en el conjunto del cuarto de baño.
No menos importante es el aspecto higiénico. Los inodoros suspendidos se limpian más rápidamente que los tradicionales. Por un lado acumulan menos cantidad de polvo y suciedad, y al ocupar menos espacio es más fácil limpiar las paredes y el suelo en el que se inserta el sanitario. Los modelos más modernos tienen un diseño que carece de rebordes destinados a la evacuación de agua. De esta manera, se evita que los gérmenes se acumulen en determinados huecos, como ocurre en los inodoros convencionales.
Frente a la idea que ha calado en mucha gente de que el mantenimiento de estos sanitarios es complicado, en realidad es bastante sencillo. Las averías no son más extrañas ni más intrincadas que las que se dan en los sanitarios tradicionales. La mayor parte de estos posibles contratiempos se pueden solucionar a través del pulsador.
La comodidad y la seguridad es otro de los grandes beneficios que ofrecen los sanitarios anclados a la pared. Estos inodoros pueden soportar considerables cargas de peso, que en ocasiones pueden llegar a 400 kilogramos. Determinados modelos disponen de un sistema de eliminación de olores. Además, la altura a la que vaya a ir respecto al suelo, se puede determinar antes de su instalación, aspecto que puede ser muy importante si entre los usuarios se encuentra alguna persona con movilidad reducida o cualquier tipo de dificultad a la hora de sentarse en un sanitario. La altura idónea se suele situar entre los 39 y los 45 centímetros, para que no queden ni excesivamente bajo ni excesivamente alto.
Tipos de inodoros anclados
Dentro de esta clase de sanitarios encontramos dos tipos: los que llevan la cisterna encajada en la pared y los que disponen de una cisterna convencional, que llevan el tanque incorporado. Lógicamente el resultado estético que tengas pensado para el conjunto del cuarto de baño será fundamental a la hora de decidir qué modelo comprar.
Los váteres que llevan incorporada la cisterna suelen ser más fáciles de instalar. Por contra, los modelos que llevan la cisterna anclada en la pared sí necesitan unas determinadas obras para su instalación, por eso suelen ubicarse en baños nuevos o cuando se realizan obras de reforma. Ambos tipos suelen llevar una cisterna dual, pensada para dosificar el agua y por consiguiente, ahorrar. Conviene señalar que los sanitarios que llevan el tanque incorporado suelen tener un coste superior a los que llevan la cisterna oculta en la pared.
Respecto a la forma de estos sanitarios, los puedes encontrar redondos, cuadrados o rectangulares. Dependerá de tus gustos y del encaje que quieras dar a esta pieza dentro del diseño del cuarto de baño que tengas planeado. También puedes encontrar variedad en el color: blanco, negro brillante, negro mate, gris o con combinación de colores.
Precio y otros aspectos a tener en cuenta
Si te has decidido comprar un sanitario de este tipo, lógicamente te preocupará el precio que tengas que pagar por el. Como podrás imaginar, su coste depende de varios factores, tales como el material del que esté fabricado, la marca, el tamaño o las funciones que lleve incorporadas. Si adquieres solamente la pieza puede salirte bastante económico, aunque lo normal es contratar también la instalación, ya que requiere unos conocimientos y herramientas muy específicos.
Por lo tanto, los inodoros suspendidos se han puesto de moda en los últimos años gracias a su estética contemporánea y vanguardista y a la belleza visual que añaden al conjunto del cuarto de baño. Previsiblemente, esta clase de inodoros seguirán incrementando su presencia en una parte importante de los hogares y centros de trabajo gracias a su llamativa estética y las ventajas que ofrecen desde el punto de vista funcional.